Viaje a Regina Turdulorum y Badajoz
21 y 22 de Marzo 2015

Salimos de Madrid, como de costumbre a las 8 de la mañana, hicimos una parada a mitad de camino.

Llegamos a Casas de Reina sobre las 12,45 horas, allí nos esperaba el alcalde, que nos acompañó en todo el recorrido. Empezamos por el teatro, que es lo más emblemático de la Antigua Regina y lo mejor conservado del lugar. Está situado en una ladera suave sobre la que se apoya la cavea, ocupa la zona noroeste del yacimiento, los muros son de hormigón y falta una buena parte de ellos. Mantiene casi todos los elementos originales, aunque algunos estaban esparcidos por los alrededores.

En 1978 empieza la reconstrucción de forma natural, respetando lo que quedaba. Se ha intervenido en la scena y el pulpitum, se han reafirmado los muros de la escena y algo de la cavea, de ahí que se utilice en los Festivales de Teatro Clásico, junto con los de Mérida y Medellín (provincia de Badajoz). La capacidad es para unos mil espectadores.

El teatro es de la época de Claudio-Nerón, la cavea tiene diez filas de gradas, de las que se conservan las tres primeras, realizadas en piedra arenisca. Todavía nos es posible intuir como sujetaban el velarium por los orificios de las piedras.

El acceso se hacía mediante rampas, teniendo la orchestra planta semicircular. El suelo del scenario era de madera y estaba sujeto por pilares, la frons scenae debía disponer de dos cuerpos, en el inferior había un pódium sobre el que descansaban varias columnas. En la parte posterior se localizaba el postscaenium que servía para que los artistas accedieran a la scena. Junto a la orchestra se encontraba el procaenium, construido en piedra caliza y magníficamente conservado. El frons pulpiti, estaba formado por exedras y hornacinas. Detrás se encontraba los huecos donde se sujetaban los dispositivos para colocar el telón (aulacum).

El público accedía al recinto del teatro a través de cuatro puertas o (vomitoria). Desde el exterior se aprecia muy bien el conjunto del teatro. Salimos de allí para pasearnos por ciudad excavada, que es una mínima parte en relación con lo que debía ocupar originariamente.

En los años 50 Martín Almagro y Manuel del Amo excavaron una parte, pero no será hasta la década de los años 70-80 cuando se sistematice el trabajo.

En las 40 hectáreas excavadas han salido a la luz el foro, varias casas y numerosos templos, el resto está sin excavar. Se eligió este asentamiento privilegiado por la abundancia de agua y la riqueza minera de la zona (minas de hierro y plomo). Según nos dice Plinio formaba parte de la demarcación de Baeturia Turdulorum y posteriormente pasaría al Convento Cordubensis. Se sabe que la población procedía de Italia y Oriente, y ambas trajeron su cultura y su religión.

El lugar debió ser abandonado por sus habitantes en los comienzos de la Edad Media, para posteriormente ser ocupado por los musulmanes que construyeron en el siglo XI la Alcazaba, con materiales obtenidos de Regina.

Junto al foro, en el año 2010, aparecieron otros restos como una estatua femenina que tal vez se corresponda con la diosa Juno, cimientos de viviendas, edificios civiles, pórticos y algunos restos de pavimento y de alcantarillado. También se aprecian ruinas de un templo porticado, con una sala.

Cuando terminamos esta visita nos dirigimos a Casas de Reina para comer estupendamente.

Por la tarde visitamos la ermita de Nuestra Señora de Ara, así llamada por levantarse sobre una antigua ara romana. Cuenta con una ubicación privilegiada entre olivos y almendros, y muy próxima a un coto de caza. Por el camino pudimos observar otros restos romanos.

La ermita fue construida entre los siglos XIV y XV, levantándose, con toda probabilidad sobre otra anterior, ya que han aparecido en el zócalo restos de unas pinturas más antiguas, que son muy parecidas a otras conservadas en la provincia de Segovia, las más recientes son mudéjares.

En el techo de la ermita y en el de la Sacristía se conserva pintura religiosa encuadrada entre casetones.

Subimos al camerín de la Virgen donde pudimos observarla más de cerca, ese día estaba revestida de verde en su hornacina de espejos.

El fervor de los lugareños es muy notable por lo que cada año se organizan romerías multitudinarias de devotos de la Virgen.

Pasamos al patio posterior que tenía arcos de ladrillo, para después dirigirnos a Badajoz.

Llegamos a la capital y después de coger nuestras habitaciones algunos nos encaminamos hacia el centro, no sin antes contemplar el puente romano iluminado con una luz fría (estaba precioso), igual que los edificios más emblemáticos de la ciudad.

Desde la Puerta de las Palmas, seguimos callejeando hasta la Plaza de la Catedral, que rodeamos para continuar la visita. Nos pareció muy adecuada la iluminación de todos los edificios, la pena fue que a partir de las doce de la noche la ciudad se apagó, por lo que volvimos al hotel.

A la mañana siguiente después de desayunar empezamos nuestro recorrido. Primero el Museo Arqueológico, ubicado en la Torre Espantaperros. En él nos esperaba uno de los conservadores, que nos fue explicando cada una de las salas. Empezamos la visita por el patio en el que se han dispuesto un mosaico romano, unos togados, y estelas de guerreros procedentes de la zona del suroeste de Extremadura.

Ya en las salas pudimos observar varias vitrinas con restos procedentes de los yacimientos arqueológicos de Regina y Cancho Roano.

Cuando salimos bordeamos la muralla de la Alcazaba, y fuimos hacia la Plaza Nueva, restaurada en los últimos años. Bajamos hacia la Catedral que también visitamos, continuamos por la judería y vuelta al Puente, para ir a comer.

Después salimos hacia Madrid, donde llegamos a la hora prevista.